Amores de película

El cine es claramente un vector para transmitir las emociones y una de las que más veces se ha representado, en sus múltiples formas, es la del amor. En las películas nos hemos encontrado de todo alrededor de este sentimiento que se circunscribe de forma privativa a la especie humana: desde fenómenos paranormales, a grandes serendipias, pasando por auténticos dramas para llorar a lágrima viva. Os advertimos que el artículo está plagado de spoilers así que, si habéis llegado aquí en busca de ideas para películas románticas, quedaos solo con los títulos, pero no leáis ni una línea más

Naufrago: Chuck y Kelly. Esta película no es ni mucho menos una película romántica. Más bien la calificaríamos como una de aventuras en la que el bueno de Tom Hanks borda el papel que le encomiendan en la piel de Chuck Nolan. La pareja se separa por culpa de una catástrofe aérea pero el reencuentro final, cuando Kelly ha rehecho su vida se dan un beso bajo la lluvia en medio de la calle es uno de los mejores momentos de la historia del cine.

Seis días y siete noches: Robin y Quinn. El insufrible Frank Martin le regala a Robin un viaje a Tahití y tiene pensado pedirle matrimonio sobre las arenas polinesias, pero de nuevo un accidente de aviación se entromete en su camino y ahora Robin se queda una semana aislada en una isla desierta con el veterano piloto Quinn Harris. Pronto surge un amor tan fuerte en medio de la jungla que sus vidas darán un giro de 180 grados. Una de esas películas tropicales con toques de acción y comedia.

Titanic: Jack y Rose. Poco más se puede decir de este blockbuster de James Cameron que no se haya escrito ya, salvo remarcar que en sus más de tres horas de metraje surge un amor imposible entre una aristócrata y un astuto muchacho que ha ganado el pasaje jugando al póker en el último minuto antes de zarpar. La escena final de la tabla ha levantado mucha controversia, pero realizando un somero análisis desde el punto de vista del derecho penal y partiendo de la hipótesis de la Tabla de Carnéades, la joven Rose actuó en estado de necesidad y sería en todo caso inculpable por ausencia del elemento volitivo o de exigencia de actuación conforme al derecho.

Amores de película

La sombra de la libélula: Joe y Charisse. Si os gustan las películas de suspense, de nuevo tenemos una muerte trágica tras la que Charisse intenta contactar con su viudo, el médico de urgencias Joe, para tratar de comunicarle algo muy importante. El argumento nos recuerda a Ghost pero una excelente dirección nos hace amar esta película. El final hace saltas las lágrimas incluso a los que tienen el corazón de hielo.

Tiempos de penumbra: C.S Lewis y Joy. Este filme es un auténtico drama cargado de auténtico amor, en el que dos personas que establecen un matrimonio de conveniencia terminan los días apoyándose cuando los achaques de la edad y una larga enfermedad se entrometen en su destino.

Películas puramente sobre el amor

Aviso a navegantes: las películas del bloque anterior las películas tienen un hilo conductor que va más allá de la química de una pareja, pero las tres que describimos a continuación se focalizan en una historia de amor.

Antes del amanecer, antes del atardecer y antes del anochecer: Jesse y Celine. El mastodóntico proyecto de Linklater es una trilogía que va desde 1995 a 2013, con la segunda película en medio en el 2004. 18 años con los mismos actores, Ethan Hawke y Julie Delpy, interpretando a una pareja que se conoce en un tren y se reencuentra 9 años después para terminar formando una familia.

Amores de película

Diario de Noah: Noah y Allie. Noah es un carpintero y Allie es la niña bonita de una acaudalada familia. Se conocen un verano y comienza algo muy intenso, tanto que, a pesar de las barreras de la clase social, termina por imponerse años después. El joven reconstruye la casa de madera en la orilla de un lago en la que Allie y él hicieron el amor por primera vez y la deja sin palabras. La vida no se lo pondrá nada fácil pero su decisión es firme.

Los amantes del círculo polar: Anna y Otto. Estos jóvenes de nombre capicúa parecen unidos por el hilo rojo y su amor adolescente seguirá vivo en la mediana edad. Su obsesión con el paralelo geográfico los llevará a un reencuentro años después. Hay un final abierto en esta película, a gusto de lo que quiera creer el telespectador. Sin duda, una obra maravillosa de Julio Medem, protagonizada por Najwa Nimri y Fele Martínez, que fue galardonada con dos premios Goya.

Esperamos que con esta lista de ocho parejas de cine os hayamos dado ideas para una noche de cine y palomitas en el calor del hogar.

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