Si hay un mes al año que destaca entre el resto por la exaltación de pasiones terrenales ese mes es, sin ningún género de duda, el mes de febrero. En este segundo mes del año se concentran dos acontecimientos en concreto que se relacionan tanto con la fiesta como con el amor y por eso en el artículo de hoy en el blog de GranCasa queremos explicaros los orígenes históricos de ambas celebraciones. Sigue leyendo si quieres saber más acerca de la fiesta de Carnaval y de San Valentín y ¡Viva el amor!

Carnaval: una fiesta de origen pagano en la que nadie es lo que lo que parece

El cineasta Stanley Kubrick ya escenificó en su filme póstumo, Eyes wide shut, que las máscaras sirven para ver, sin temor a ser visto. Los disfraces siempre han sido una excelente forma de evadirse de la realidad; de disfrutar como niños, incluso cuando ya uno está en la edad adulta. Desde los orígenes de esta celebración, todos colmaban sus fantasías en este acontecimiento terrenal que no gustaba al credo, ya que lo veía como una forma de practicar el libertinaje y de perder la compostura.

Aunque los disfraces han existido entre los humanos desde hace ya varios milenios, la nomenclatura utilizada hoy en día, Carnaval, no se acuñó hasta la Edad Media, cuando en los pueblos se organizaban saturnales en los que todos los que podían se daban un buen festín de carne: cerdo asado, venado, terneros, chacinería… Toda la carne posible era ingerida en esa fecha justo antes del Miércoles de Ceniza, día fijado por la Iglesia Católica en el que da comienzo la Cuaresma.

En esas bacanales, como la depravación y los excesos eran la tónica habitual antes de un mes de abstinencia y ayuno, muchos optaban por cubrirse el rostro, como en las fiestas clandestinas que se celebran en la mansión Somerton y que tan bien ambientadas quedaron con la música de Jocelyn Pook, y el ojo certero de Kubrick. En definitiva, el Carnaval surgió como una reacción a las exigencias del clero y de la presión ejercida por las parroquias para que el populacho cumpliera con los mandatos sagrados. Hoy en día ha perdido ese objetivo, pero sigue siendo igual de divertido jugar a los disfraces en una fiesta con amigos. Organiza una fiesta de disfraces en tu casa y escoge una temática: tropical, espacial, western o pop, lo dejamos a tu elección.

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San Valentín: un momento para recordarle a tu media naranja lo mucho que la quieres

Para San Valentín hay un par de teorías sobre su origen y nos vamos a detener en ambas dos, con el objetivo de que el lector saque sus propias conclusiones. Al final, son orígenes confusos, legendarios incluso, que se sitúan muchos siglos atrás, y que, como es normal, a veces se ven modificados por el propio boca a boca o enrarecidos por el siempre inexorable paso del tiempo.

• La fiesta Lupercalia: en esta fiesta los hombres de despojaban de sus ropas y sacrificaban una cabra, con afán de mejorar su fertilidad. Estas fiestas no tenían mucho decoro, y por eso las prohibió el Papa Gelasio II y entonces la iglesia fijó en el 14 de febrero el día de San Valentín. Esto fue a partir de entonces una fiesta cristiana, pero con el paso de los siglos ha ido mutando hasta la celebración actual en la que los regalos y detalles románticos son la tónica habitual, así como una cena en un restaurante de moda. Nada que ver, en definitiva, con los lupercales originales que se centraban en temas escabrosos. Así pues, por nuestra parte concluimos en que solo la fecha y el santo coinciden con la celebración de hoy en día, y que el amor se ha apoderado de una fecha que fue señalada por la Iglesia únicamente para poner fin a la fiesta Lupercalia
• La otra teoría sobre San Valentín está relacionada con el arte, en concreto con la poesía, porque Chaucer comenzó a escribir versos sobre el apareamiento de las aves, que da comienzo en el mes de febrero, y por eso se empezó a relacionar con el amor. El poema que marcó un antes y después al respecto fue El parlamento de las aves. Esta teoría fue desarrollada por un docente de la Universidad de Kansas, que tiene campus en tres áreas: Lawrence, Kansas City y Overland Park. Este profesor, Jack B. Oruch, formuló esta teoría en el siglo XX porque descubrió que otros autores de éxito como Shakespeare siguieron la estela dejada por Geoffrey Chaucer. Al final, con el paso de los siglos, las semanas de febrero son esas en las que se profesa la exaltación del amor, y por eso San Valentín se ha convertido en el patrón de los románticos.

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