Cómo activar tu nervio vago para ser más feliz

Llamándose nervio vago, nadie diría que su función está reñida con nuestro bienestar. Y sin embargo es así. Pero es que este nervio es uno de los más importantes y complejos de nuestro organismo y de su funcionamiento dependen además de actos involuntarios como tragar, salivar, pestañear o sudar, otras funciones importantísimas como el control de la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, la respiración, la digestión o el funcionamiento del sistema urinario.

El buen funcionamiento del nervio vago nos ayuda a regular el estrés y la ansiedad y favorece la calma.

Recibe su nombre del hecho de que las miles de fibras nerviosas que lo forman vagan de un órgano a otro captando señales y conectándolas con el cerebro.

El nervio vago puede funcionar incorrectamente a consecuencia de dolencias como tumores, traumatismos, daños en el encéfalo, enfermedades neurodegenerativas, autoinmunes, diabetes mellitus… Cuando esto sucede terminamos desarrollamos un tono vagal bajo, que puede traducirse en dolencias de todo tipo como dificultad para tragar, migrañas, ronquera, retención de líquidos, desórdenes digestivos, presión arterial alta, artritis, epilepsia, ansiedad, estrés, depresión, etc.

Por ello aprender a activar nuestro nervio vago es muy importante. Hacerlo nos ayudará a controlar la ansiedad, mejorar nuestro estado de ánimo, tratar las migrañas, las enfermedades crónicas inflamatorias, mejorar la calidad del sueño, controlar los niveles de azúcar de sangre, o fortalecer el sistema inmunitario sin necesidad de recurrir a medicamentos.

El nervio vago es un calmante natural

Tips para activar nuestro nervio vago

Disfrutar de un tono vagal alto, es decir, que nuestro nervio vagal funcione correctamente, hará que tengamos una buena salud física y mental. Y podemos conseguirlo poniendo en práctica los siguientes consejos:

  • Practica la relajación: puedes hacerlo de muy diversas formas como a través de ejercicios de respiración, de la meditación, del yoga, tai-chi, etc.
  • Ríe todo lo que puedas: la risa es relajante, estimula el diafragma e interviene en el control de la frecuencia respiratoria.
  • Canta: ni siquiera tienes que saberte la letra. Basta con canturrear para que notes sus efectos positivos.
  • Dúchate con agua fría: treinta segundos de agua fría contribuyen a atenuar el efecto lucha-huida que genera el estrés.
  • Haz gárgaras: activarás los músculos faríngeos.
  • Duerme de lado: de esa forma lograrás que las vías respiratorias se abran.
  • Come sano: elimina de tu dieta las grasas y azúcares opta en su lugar por frutas y verduras, así como por cereales integrales.

Junto con estos tips, hay otra serie de técnicas que pueden ayudar a activarlo, pero que deben ser llevadas a cabo por profesionales como son:

  • ENV (Estimulación del nervio vago): una técnica que utiliza la electroestimulación para activar las neuronas a través de un dispositivo eléctrico que se inserta bajo la piel.
  • Reflexología podal: estudios afirman que esta técnica reduce el sistema simpático y la presión arterial.
  • Acupuntura: puede ser muy útil especialmente para tratar patologías neurológicas.

Esperamos que este post te haya gustado y te animes a activar tu nervio vago. Verás como consigues sentirte muy bien.

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