Un total de 23 inconfundibles personajes conforman la plana mayor de los gigantes y cabezudos de Zaragoza. En el artículo de hoy en el blog de GranCasa os vamos a mencionar a los más importantes, cuáles son las curiosidades de los mismos, y el origen de su figura. De todas formas, hay que remarcar que estos 23 son la cifra actual, ya que en otros momentos de la historia ha tenido guarismos diferentes, pero no vamos a profundizar en ese tema.

Comenzamos con los 12 gigantes de Zaragoza que son:

El Rey: este gigante es uno de los clásicos de la ciudad y, a pesar de que en los inicios representaba al rey Jaime I el conquistador, en la actualidad es Alfonso I el batallador. En la cabeza porta una corona y lleva un traje de corte medieval.

La Reina: la reina es un personaje que se identifica con la esposa de Alfonso I El Batallador, Doña Urraca. Al principio se trataba de Violante de Hungría, pero con el cambio de rey, hubo cambio de reina consorte.

El Duque: este personaje de alta cuna es, ni más ni menos que el Duque de Villahermosa, que en la actualidad pone nombre a una conocida arteria de la capital del Ebro. Su traje de el siglo de oro lo hace inconfundible.

La Duquesa: otra noble recorre las calles zaragozanas durante los festejos. Forma pareja con el Duque y su palacio está ubicado en Pedrola.

El Chino: este personaje oriental es un guiño a las islas Filipinas, con lo que se realiza un gesto a unos frailes agustinos que, tras completar su misión en aquel exótico lugar, regresaron a Zaragoza.

La Negra: este es uno de los personajes más antiguos de la comparsa original y se basa en el personaje de Sélica, de una ópera del alemán Giacomo Meyerbeer.

Don Quijote de La Mancha: este es un gran guiño a la obra universal de la literatura española. El personaje de Cervantes, en tamaño descomunal.

Dulcinea del Toboso: la campesina Aldonza que conquistó el corazón de Don Quijote no podía faltar en este elenco.

Gastón de Bearn o el bernés: es otro personaje clásico que en su momento cooperó con Alfonso I para reconquistar Zaragoza.

La Bernesa: esposa de Gastón, tuvo un momento importante para la historia cuando se ocupó del gobierno del Bearne (en Francia) mientras se produjo la batalla de Zaragoza contra los moriscos.

Agustina de Aragón: terminamos con estas dos figuras que son clave para la resistencia mañica contra los franceses en la Guerra de la Independencia. Por un lado, Agustina con su cañón.

Palafox: también llamado José Rebolledo, también cumplió un papel fundamental en la defensa a ultranza de la ciudad.

Ahora es el turno de los Cabezudos de Zaragoza

Los 11 cabezudos de Zaragoza son los siguientes:

El Morico: estamos ante uno de los más famosos cabezudos de toda la comparsa zaragozana y va vestido de colores, con una llamativa gorra roja y amarilla propia de los jinetes.

El Tuerto: la ciudad está dividida y aunque una parte de la ciudad lo considera José Bonaparte, otra parte cree que es Melendo, un médico iracundo.

El Forano: escenifica a un aragonés de pueblo que viene a las fiestas de la ciudad.

La Forana: la pareja del Forano no es estéticamente una belleza, pero sí que fue la única mujer durante muchos años en la comparsa de cabezudos.

El Verrugón: es un magistrado con un sombrero de tres picos y una enorme verruga en la cara.

El Torero: este hombre con traje de luces va vestido con un estilo de traje goyesco.

El Robaculeros: no se sabe a ciencia cierta a quién representa, pero lleva una frondosa barba, vestido blanco con toques rojizos y un gorro de color carmín.

La Pilara: no tiene nada que ver con la Virgen, sino con Pilar Lahuerta, la legendaria cantante de la sala Oasis y lleva ya en nuestra comparsa 40 años.

El Boticario: la mayor parte de la doctrina cree que se trata de Pedro Alonso, un acaudalado ciudadano y la canción dice “Boticario, canario, garras de alambre, le cayó una teja y no le hizo sangre”.

El Azutero: el penúltimo cabezudo en unirse a la comparsa. Entró a formar parte de la familia en octubre de 2013.

La Cigarrera: el último cabezudo que engrosó el grupo de la comparsa en el año 2015. Es un homenaje a Herminia Martínez, que estuvo vendiendo cigarros durante muchos lustros en una emblemática calle de El Tubo.

A modo de curiosidad hay que recordar que hace unos meses se presentó un cabezudo muy especial en el Barrio de las Fuentes y es el cabezudo de Fernando Simón. El epidemiólogo caspolino te dará “como mucho uno o dos” latigazos, así que nos vamos a divertir.