Dormir en verano es un verdadero fastidio, sobre todo, cuando hace mucho calor durante la madrugada y no corre ni una brisa ligera. Es entonces cuando los privilegiados con aire acondicionado descansan mucho mejor que el resto de los mortales. Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso a este pequeño lujo y por eso os vamos a dar una serie de consejos para que podáis dormir a pierna suelta durante las próximas semanas. Estamos ante un verano de los más calurosos que se recuerdan. Toma nota y duerme como un bebé:

• Dale la vuelta al colchón: todavía muchas personas no saben que los colchones modernos tienen dos lados: un lado con tejidos que mantienen mejor la temperatura y que se amoldan a la forma del cuerpo y otro que utiliza la última tecnología para disipar el calor y que permite dormir con una mayor sensación de frescura. Esta noche cuando llegues a tu hogar comprueba si tu colchón tiene dos lados diferenciados y escoge el lado fresco para la época estival. Seguro que sudas mucho menos durante la noche y que obtienes un sueño más reparador, que te recarga las baterías para el día siguiente.
• Cómprate un pijama de verano. Muchas personas creen, erróneamente, que dormir sin ropa es la mejor forma de estar fresco sobre la cama. Ciertos estudios contradicen esta afirmación porque dormir sin ropa puede aumentar la temperatura corporal ya que incrementa la sensación de sofoco. Por ese motivo, es mejor adquirir un pijama de seda o de algodón, que son materiales naturales y transpirables, que nos ayudarán a controlar nuestros grados y a descansar de la forma apropiada que tanto nos merecemos. Se acabó el dormir desnudo y apuesta por tejidos naturales que te permitan transpirar bien.
• No hacer deporte antes de acostarnos: el deporte activa nuestro cuerpo y nos sube la temperatura y las pulsaciones. Ello nos coloca en una posición que no es la más idónea para conciliar el sueño y, especialmente, si el termómetro está disparado. Además, como consejo relacionado, nuestra recomendación es salir a correr bien pronto por la mañana, que es cuando de verdad la temperatura es la más agradable, ya que al final de la tarde se concentra el calor en las aceras y fachadas.
• A falta de aire acondicionado, un buen ventilador puede ser una gran opción. Ya sea un ventilador de techo o uno de pie, este pequeño electrodoméstico conseguirá mover el viento de la estancia y que te sientas mucho más fresco a mitad de la noche. Abrir la ventana siempre es una opción, pero hay que tener una buena mosquitera o si no podemos sufrir un sinfín de picaduras.
• Evita las duchas de agua fría y apuesta por las duchas de agua templada. Las duchas de agua fría pueden servir de terapia de choque si estamos sufriendo un ataque de calor asfixiante pero no para rebajar la temperatura antes de acostarnos ya que nuestro cuerpo reaccionará activando los resortes para hacer frente al agua fría. Por ese motivo es mucho más recomendable el agua templada, más próxima a la temperatura natural de nuestro cuerpo, ya que el organismo recibirá mejor el contacto con el agua de la ducha. Así que, ya sabes, antes de acostarte, una ducha templada te permitirá descansar y recargar las pilas para apurar las últimas semanas de trabajo antes de las vacaciones.

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Consejos de alimentación para dormir bien en la época estival, cuando hace mucho calor

• Una botella de agua fresca en la mesilla. Durante el verano es habitual despertarse a mitad de la noche con la boca reseca y da muchísima pereza irse hasta la cocina a por un vaso de agua. Lo mejor es tener agua fresca dentro de una botella con aislante térmico sobre la mesilla de noche. Así, la tendremos al alcance de la mano para poder mantener nuestro cuerpo hidratado durante la noche, que es también muy importante para despertarnos con ganas de comernos el mundo. No hay que olvidar que el agua es un elemento básico para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
• Una cena ligera y saludable: una ensalada fresca y unas tostadas de queso fresco de untar, cebollino, y salmón ahumado pueden ser una buena idea para no llenar mucho el estómago antes de acostarnos. También podemos optar por una pieza de fruta o, si tenemos un poco de tiempo, preparar una rica macedonia con la que nos sentiremos como en una especie de vacaciones en una isla tropical. Otra opción es un bol de yogur con un poco de avena y una cucharada de miel y chocolate negro de 90% laminado.

Deseamos que con estos siete consejos de fácil aplicación consigas dormir muchas más horas y de forma mucho más reparadora.

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