En el artículo de hoy en el blog de GranCasa os vamos a explicar cuáles son las frutas que no pueden faltar en tu nevera este verano si quieres mantenerte bien hidratado y degustar los sabores más puros de la temporada estival. Las frutas coloridas destacan en la estación del verano y son las protagonistas de postres como la macedonia y de los tentempiés a media mañana. Al trabajo o a la playa puedes llevarte un tupper bien repleto de trozos de melón, piña o sandía, y te ayudará a combatir el hambre y a ingerir la cantidad de agua diaria recomendada, lo cual es muy importante en los días de calor.

• Nectarina: es un melocotón sin piel con pelillos y eso lo convierte en una fruta que es muy agradable de comer sin necesidad de pelarla con el cuchillo. Es importante, eso sí, lavar bien la fruta, con profusión, para evitar que ingiramos restos de químicos o pesticidas que son tan habituales en la agricultura extensiva de nuestros días. Ya sabes, si es posible, compra fruta BIO, que a la larga ganarás mucho en salud.
• Albaricoque: otra fruta similar que ya se puede disfrutar desde finales de la primavera, y que, además, tiene el plus de que se puede partir con facilidad, para ingerir cada una de las dos mitades, sin riesgo de morder su hueso, lo cual es muy desagradable para todos aquellos que padecen dentera. Su toque ácido y su consistencia carnosa la convierten en una fruta diferente y muy refrescante para los días de mucho calor que llegarán en la parte central del verano.
• Melón: el cucumis melo es una fruta que se relaciona rápidamente con las vacaciones. Es importante saber cortarlo bien y con seguridad; puede ser peligroso si no se maneja bien el cuchillo. A cambio de este riesgo controlado, disfrutaremos de unas ricas tajadas de melón dulce.
• Uva: la vendimia tiene lugar al final del verano y es cuando se puede comenzar a disfrutar de esa dulce fruta en su máximo esplendor. Todos aquellos racimos que no destinen a la producción de vino de las bodegas, acabará en los platos de los comensales. Un truco para conservarla más tiempo: congelarla.
• Sandía: la reina de las frutas del verano es la sandía porque cortada en dados y en la nevera es el perfecto aperitivo para quitar el hambre. Una delicia de fruta que se cultivaba ya en los albores de la civilización, hace 5000 años, y que sigue estando muy en boga.

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• Cereza: una fruta muy divertida que suele ser una de las preferidas de los niños tanto por lo fácil que es consumirlas como por su sabor, poniendo además de relieve su vivo color rojo.
• Higos: los higos o brevas son también una fruta de esta temporada que embriagan los caminos con su particular aroma. En los alrededores de los pueblos hay higueras y se pueden conseguir además en cualquier supermercado. Una fruta muy dulce que sin duda no debe de faltar en la dieta veraniega.
• Plátano: estamos ante la fruta más sencilla de transportar y de pelar. Si no te gusta comer la fruta con piel, entonces el plátano es la opción más sencilla si no quieres tener que cargar con un cuchillo durante toda la excursión. El plátano si es de Canarias, mejor todavía. Un clásico que siempre espera en la despensa.
• Ciruela: las ciruelas son una fruta con mucho zumo que aportan una gran cantidad de fibra a la dieta y son, en consecuencia, unas grandes aliadas para nuestro sistema digestivo. También son muy sencillas de transportar y puedes lavarlas con antelación, en casa, porque se conservan perfectamente en las horas posteriores.
• Pera: la pera es una fruta de verano que siempre pasa desapercibida, pero que tiene mucha agua y que, en según qué variedades, aporta un caldito jugoso y delicioso a una eventual macedonia. También son muy fáciles de llevar para cuando a uno le entra un hambre atroz.

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Una gran idea para combinar todas estas frutas de verano o algunas de ellas: la macedonia

Ahora, con todas estas frutas, prepárate una deliciosa macedonia y disfrútala al regresar a casa por la noche, o a media tarde después de haber tomado el sol en la playa. Con un buen bol conseguirás azúcares saludables y también una hidratación correcta para poder superar los achaques que provocan las altas temperaturas. Una forma deliciosa de comer las piezas de fruta que recomienda la comunidad médica, y también de sorprender a tus invitados a la hora del postre. Una macedonia en verano siempre es bienvenida y beberse al final el caldito con unos hielos son un placer que no es de este mundo. ¡A la rica macedonia!