El cocido, la legumbre y las sopas hace semanas que se han quedado condenadas al ostracismo. Ya a nadie le apetecen estos platos de cuchara a pesar de que este año se han cumplido dos refranes como el de “cuando en marzo mayea, en mayo marcea” y el de “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”. Dentro de unos días, cuando el calor apriete, nuestro organismo nos pedirá otro tipo de alimentos como las recetas saludables y frescas, que ayudan al cuerpo humano a para combatir el achicharramiento propio de los veranos en la ciudad de Zaragoza.

En el artículo de hoy en el blog de GranCasa os vamos a proponer comidas mediterráneas de diferentes países muy sencillas de preparar. Si lo que buscas es sorprender a tus amigos o a tu familia, prepárales un viaje gastronómico con estos saludables productos que os presentamos a continuación. El artículo lo redactamos en forma de viaje a través de varios países bañados por el Mare Nostrum, pero ubicados en tres continentes diferentes.

Platos europeos de estilo mediterráneo para un verano caluroso

Empezamos nuestro periplo, que nos va a llevar a Asia y África, deteniéndonos en la ciudad pesquera de Fiumiccino, para hacer una recopilación de las mejores recetas de comida italiana para el verano. En las costas del mar Mediterráneo hay un montón de marisco que queda de maravilla en un risotto a la marinera, que hará las veces de primer plato. En el centro de la mesa, la sabrosa ensalada caprese, con queso mozzarella, tomate en rodajas, hojas de albahaca fresca y orégano. De segundo, un carpaccio de ternera con lascas de queso parmiggiano. La ternera cruda cortada muy fina, unas hojas de rúcula y piñones son protagonistas principales. El carpaccio se remata con una generosa cucharada de aceite de oliva virgen extra bien distribuida por todo el plato. De postre, como no podía ser de otra manera, un delicioso tiramisú, recién sacado de la nevera, y en vez de amaretto podéis utilizar crema de orujo para emborrachar los bizcochos, porque le da un toque más veraniego. Tus invitados se van a chupar los dedos.

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Acto seguido cruzamos el Adriático y nos detenemos en la isla de Korcula para disfrutar de una deliciosa comida croata. En Croacia se come mucho pescado. Muchos faeneros, muchas islas y una gran relación simbiótica con el mar marcan el devenir de la región. Pero también de aquella zona son buenos los embutidos, y por ello os proponemos poner en el centro de la mesa una abundante bandeja de Prsut, que es un fiambre que nos recuerda al jamón serrano que tanto conocemos, pero con matices diferentes. Por ejemplo, en la zona de Istria se cura con sal y plantas regionales, mientras que en Dalmacia se opta por ahumarlo. Es un plato típico de las ciudades de playa. Para segundo plato proponemos una suculenta Gradele, en abundancia. Esto es una parrillada de pescado fresco cocinada sobre el fuego. La guarnición de la misma son patatas asadas o hervidas, pero servidas ya frías, porque estamos en época estival.

Siguiente parada, continuamos hacia el sur, rumbo hacia la punta más meridional de la península balcánica. Vamos a detenernos en Delfos para disfrutar de una comida griega al más puro estilo de la película “Before Midnight” de Richard Linklater. El plato central debe de ser una ensalada griega con los siguientes ingredientes: olivas negras, queso feta, cebolla roja, pimiento verde, tomate, pepino y alguna lechuga a elección del consumidor. De acompañante os recomendamos preparar tzalziki, con rebanadas de pan, y haikidiki, las enormes olivas, rellenas de queso feta. Para terminar, una melitzanosalata, preparada con berenjenas asadas. Una opción perfecta para los vegetarianos, esta cena griega, porque no hay ni carne ni pescado.

Platos mediterráneos “extracomunitarios” para la estación veraniega

Continuamos nuestro viaje, cruzamos el estrecho del Bósforo y nos adentramos en Asia. La siguiente parada la vamos a hacer en Saida, conocida ciudad costera del Líbano con un castillo rodeado de agua de mar. En el Líbano, como sufren mucho de calor, son especialistas en platos refrescantes como el delicioso hummus, o el babaganoush. Como platos principales os recomendamos un tabbuleh y una ensalada libanesa de judías. Ambos platos se sirven fríos, y acompañaran desde el centro de la mesa los citados hummus de garbanzos y babaganoush, una pasta hecha con berenjenas. También, de nuevo, una opción veggie muy exótica que pillará a todo el mundo desprevenido, pero feliz. Tus invitados nunca olvidaran cuando les trasladaste hasta el Líbano con los sabores de tus platos.

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A modo de colofón, regresamos a casa por el norte de África, tras cruzar el Canal de Suez, y deteniéndonos la ciudad de Casablanca. Esta ciudad es una especie de Marbella marroquí, pero tiene un bazar tradicional muy especial. Los platos de comida marroquí estival fáciles de preparar en casa son los siguientes: un tagine vegetal, un cus cus frío con verduras y unas brochetas de kefta kebab con refrescante salsa blanca y lechuga. Ya que visitamos Marruecos, lo adecuado es ir a Ouarzazate y pasar una noche en el desierto, bailando al lado de la hoguera y disfrutando del auténtico ambiente de Marruecos.

Sin duda, todo un viaje gastronómico en el que habremos recorrido miles de kilómetros sin movernos de nuestro hogar. Escoge una de las opciones para la siguiente cita con invitados en tu casa. En verano se agradecen mucho tanto las opciones fresh como los platos internacionales, que relacionamos instintivamente con las vacaciones. Y, además, también son platos que nos ayudan a tonificar nuestro cuerpo, porque al ser bajos en calorías, nuestro cuerpo se ve obligado a hacer uso de las reservas de grasa que se nos acumulan en algunas zonas del tronco como la cintura o el abdomen, o también en los glúteos. Por este motivo, la comida saludable gana muchos adeptos en los meses previos al verano, y esa afición continúa durante las vacaciones.