Hoy es el Día de la Marmota

La estación del invierno es denostada por la mayor parte de la población, ya que se asocia de forma indisoluble a las bajas temperaturas, a la niebla y el hielo en la carretera y a las escasas horas de luz a lo largo del día.

Partiendo de esa premisa, podemos imaginar que, desde que terminan las Navidades, la mayoría ya está pensando en la primavera. Las Navidades son la parte alegre del invierno, e incluso enero estuvo animado el año pasado con la nieve de la borrasca Filomena. Pero una vez pasan estos eventos, el mes de enero y febrero suelen hacerse eternos. Quizás tan solo el fin de semana de carnaval puede darle una pizca de color a esta época del año.

Hay que añadir, antes de entrar en el meollo del artículo de hoy, que excluimos de este grupo de hastiados a los amantes de los deportes de invierno. Los snowboarders y esquiadores, conocidos en el gremio como tableros y palilleros, disfrutan durante los meses de invierno de las pistas y estaciones de esquí. Y no solo de las pistas o del half pipe, sino también del après ski y de las fiestas en la discoteca del ski resort.

Hoy es el Día de la marmota

¿Hasta cuándo durará el invierno?

Una vez dicho todo esto, no solo en España se ha instaurado una animadversión hacia la estación que rodea al cambio de año. En Estados Unidos se ha engendrado una curiosa tradición: el Día de la Marmota.

En la localidad de Puntxutawney, cada 2 de febrero se celebra El día de la marmota. Esta es la celebración de la marmota más conocida en todo el mundo. Pero realmente se hace en muchas localidades de la América del norte anglosajona: en Canadá y Estados Unidos.

La marmota Phil es la protagonista en la ciudad de Puntxutawney y sale de su madriguera para ver su sombra. Según su reacción, queda claro que estamos ante una primavera temprana o que, por desgracia, todavía nos quedan muchas semanas de invierno. Aunque no lo parece, estamos justo en el ecuador de la estación y queda mes y medio para el equinoccio de primavera. Además de este acto simbólico, en toda la ciudad de organizan eventos, conciertos, mercadillos y concentraciones de gente. El frío no desanima a los lugareños y muchos forasteros se acercan al calor de la ciudad y a conocer a la simpática marmota Phil.

Una película sobre la mascota Phil

Bill Murray protagonizó una película en los años noventa con este nombre (El día de la marmota), junto a Andy McDowell. Esta película se centraba en esta fiesta, en concreto en una repetición continua del Día de la Marmota. A partir de aquí os avisamos de que vienen spoiler sobre la película. Así que sino la habéis visto, buscadla en alguna de las plataformas de streaming para poder disfrutarla. Es una comedia entretenida para ver en familia en uno de estos fines de semana de manta y palomitas, con el acogedor calor de la calefacción.

Bill Murray se pone en la piel de un amargado “hombre del tiempo” de una televisión estatal, que se traslada hasta la ciudad de la marmota Phil para realizar un pequeño reportaje en el día en el que predice si queda un invierno largo o, por el contrario, estamos ante la llegada de una primavera temprana. Tras cumplir con la presentación del acto festivo, en directo, para todos los telespectadores de su canal, emprenden el viaje de regreso con la unidad móvil. Entonces, quedan atrapados en una terrible tormenta de nieve, y deben regresar a la pensión en la que se han alojado. O eso creía el periodista, porque en lo que se halla inmerso es en un bucle eterno en el que se repite una y otra vez el día de la Marmota.

Hoy es el Día de la marmota

A partir de ahí, y tras creer en un primer momento que se trataba de una elaborada broma, comienza a invertir su tiempo en diferentes quehaceres: unos alocados y absurdos, como vacilar a la policía y hacer una persecución por las vías del tren, y otros bien provechosos, como aprender a hacer esculturas de hielo o a tocar el piano. Mientras tanto, se las ingenia para conquistar a su compañera reportera y para conocer a medio pueblo de Puntxutawney. No se sabe a ciencia cierta cuantos bucles recorre. Pero si prestamos atención nos daremos cuenta de que, si no sabía tocar el piano y al final lo toca como un maestro, es muy posible que estemos ante un bucle bastante superior a los 5 años.

Al final, la moraleja de la película es que echar una mano a los demás nos ayudará a salir de los problemas. El hombre del tiempo conquista a su colega de trabajo gracias a que esta experiencia – maldición le ha enseñado a valorar más la vida y la felicidad del prójimo. Una comedia con mensaje, de las que ya no se filman.

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