Kéfir, ¿por qué este lácteo no puede faltar en tu nevera?

Yogur búlgaro, yoca, yogur de los pajaritos, leche kefirada o búlgaros. ¿Todavía no sabes a qué nos referimos? Son las distintas formas de llamar al kéfir, una leche fermentada rica en bacterias y levaduras probióticas que mejoran la flora intestinal, auxilian en la inmunidad y mejoran el tránsito intestinal, ayudando a mantener la salud general del organismo.

Y es por eso, que en la última década se le ha considerado un ‘superalimento’, aunque ya desde la antigüedad se le atribuyen propiedades excepcionales y su secreto ha perdurado hasta hoy. Parecido al yogur sus cualidades probióticas favorecen la digestión, reducen el colesterol y mejoran la salud de la flora intestinal. Y, por lo tanto, refuerza nuestro sistema inmune.

Su nombre ‘kéfir’ significa bendición en turco y se cree que es la leche fermentada más antigua que se conoce. Cuenta la leyenda que Mahoma regaló kéfir a los monjes ortodoxos del Caúcaso, les explicó cómo prepararlo y les advirtió que no podían desvelar el secreto o éste perdería su poder.

Lo que sí sabemos seguro, es que esta bebida de agradable sabor se consume desde hace miles de años en los países caucásicos. Y se cree que es la responsable de la gran longevidad de sus gentes, por lo que se considera un elixir de vida.

Kéfir, ¿por qué este lácteo no puede faltar en tu nevera?

Beneficios del kéfir

El consumo regular de kéfir se asocia no solo a una mejor digestión, como comentábamos antes, también a una mejor tolerancia a la lactosa, efecto antibacteriano, control de la glucosa y a un efecto antihipertensivo. El kéfir tiene 7 ventajas que deberían convertirle en un imprescindible en tu nevera:

  1. Efecto probiótico

Sus bacterias lácticas protegen las mucosas del intestino y repueblan la microfibra intestinal. Por lo tanto, mejora la salud del colon, las paredes intestinales y del sistema inmune.

  1. Acción defensiva

El kéfir ayuda a erradicar infecciones como el Heliocobacter pylori, asociado a la gastritis y a las úlceras gastroduodenales. Consumir 250 ml de kéfir dos veces al día favorece la eliminación de esta bacteria, según mantiene la Organización Mundial Gatrointestinal.

  1. Disminuye el colesterol

La disminución del colesterol la logra desde tres fuentes: reduce la absorción en el intestino, ayuda a mantener una flora intestinal sana capaz de reducir el colesterol e impide su fabricación en el hígado.

  1. Favorece la digestión

Lo consigue previniendo las flatulencias y las molestias intestinales. Al ser un alimento fermentado, sus proteínas se hallan en forma de aminoácidos, y resultan más fáciles para que el organismo los absorba, digiera y tolere.

  1. Protector antibacteriano

Propicia la defensa de bacterias patógenas que pueden contaminar la leche como la Salmonella o el Helicobacter, por ejemplo.

  1. Mejora la gastroenteritis

Proporciona probióticos que ayudan a combatir contra la infección. Incluso, acelera el proceso de recuperación de la colitis y acorta la diarrea.

  1. Aporta valiosos nutrientes

Nutrientes como los que posee la leche y de los fermentos (proteínas, vitaminas B12, fósforo, vitamina B6, vitamina K).

¿Cómo se elabora?

¿Sabrías prepararlo? Es muy sencillo, porque hoy en día, se sigue elaborando de forma casera. Se hace a partir de leche con cepas o gránulos gelatinosos de kéfir, que hacen que fermente la leche.

Una vez que tenemos las cepas, solo tienes que introducirlas en un recipiente hermético junto con la leche y dejarlo a temperatura ambiente durante un día, como mínimo, para que fermente.

Kéfir, ¿por qué este lácteo no puede faltar en tu nevera?

Tipos de Kéfir

Aunque el más conocido y consumido es el kéfir de leche, del que hemos estado hablando hasta ahora, hay dos tipos más el de agua y el de té o té kombucha.

El kéfir de agua es el mejor tolerado en caso de que seas intolerante a la lactosa, ya que está hecho a partir de agua y cepas. Y el kéfir de té o té kombucha es completamente distinto, tanto las cepas como el proceso. En la fermentación se deja el recipiente sin tapas, lo que le confiere otras particularidades.

Cómo tomarlo

Al principio a lo mejor te cuesta un poco apreciar su sabor agrio ligeramente carbonatado, pero puedes endulzarlo con miel, sirope o azúcar. Ya verás como pronto cambias de opinión y lo colocas como un indispensable en tu despensa. No solo como un yogur líquido, ya que refresca y sacia, también lo puedes utilizar en smothies, cremas dulces, cremas saladas, bizcochos, panes, aderezos para ensaladas o, incluso, para marinar carnes. Marina perfectamente con la carne de ave.

A pesar de sus múltiples beneficios, debes tener en cuenta que, si no puedes digerir bien el azúcar de la leche, tienes alergia a la proteína de la leche o eres intolerante a la lactosa no incluyas este ‘superalimento’ como un imprescindible de tu despensa.

Ahora que conoces todas sus propiedades solo te queda probarlo. En Hipercor en Gran Casa, puedes encontrarlo ya preparado. No es necesario que lo prepares en casa. ¿Te animas a añadir este superalimento a tu alimentación?

Todo lo que necesitas en un solo espacio