La siesta: cuánto es el tiempo perfecto

El día a día del trabajo, los estudios, compaginado con eventos como bodas o con viajes al extranjero de vacaciones… Todo ello combinado nos lleva al límite. Quizás también acostarnos tarde por ver nuestra serie favorita o el partido de fútbol nos deja con las baterías descargadas.  Por este motivo, muchos aprovechan los días que comen en casa o los fines de semana para acostarse un ratito después de la comida. En España se le conoce como siesta, y muchos la catalogan como costumbre nacional e incluso de bien de interés público. Tanta ha sido la aceptación, que la siesta se ha exportado y bajo el nombre anglosajón de “nap”, ha ido calando en muchos países de todo el planeta. Hay que reconocer que es un hábito muy placentero y he ahí su éxito: no hay nada como tumbarse después de una comida copiosa, bajo la sombra de un árbol, mientras las cigarras emiten su canto.

Pero… ¿sabes cuál es la forma apropiada para echarte la siesta? Es más, ¿te habías planteado alguna vez sí la siesta tiene una forma concreta y un método? Pues así es, y en el artículo de hoy en el blog de GranCasa os vamos a dar una serie de pautas para que le saques el máximo partido a la siesta sin que te afecte a otros aspectos de la salud.

Una costumbre muy española

De vez en cuando, escucharás a personas decir que se han levantado de la siesta peor de lo que se habían acostado. La sensación de cansancio, el dolor de cabeza y un poco de atontamiento generalizado son algunos de los síntomas más comunes.

Lo cierto es que, cuando eso nos ocurre, maldecimos el momento en el que hemos decidido acostarnos para recuperar energía. Para evitarlo, algunos estudios como el del Journal of Sleep Research han concluido que la siesta no debe de durar más de 20 minutos o como máximo, alrededor de una media hora.

La siesta: cuánto es el tiempo perfecto
Imagen: Andrés Gómez en Unsplash

A priori, tan solo 20 o 30 minutos pueden sonar a algo muy breve, pero en realidad se trata del lapso de tiempo ideal para que nuestro cuerpo y mente recarguen la energía suficiente como para aguantar el resto de la jornada. Si duermes, por ejemplo, dos horas de siesta, no solo te despertarás aletargado después, sino que además te puede afectar al ciclo de sueño y provocarte insomnio en la noche ulterior.

Algunos investigadores aseguran incluso que un dormitar de tan solo 15 minutos puede regalar el descanso completo que buscamos en una siesta, antes de proseguir con nuestro trabajo o con el estudio.

El problema llega, por lo tanto, cuando dormimos una hora o más, porque se rompe la inercia del sueño. A partir de un determinado ciclo, nuestro sueño se basa en ondas lentas, y cortar ese ciclo deriva en un abotargamiento y en una sensación de jaqueca. En otras palabras, te levantas peor que antes de la siesta.

Consejos para una siesta perfecta que te ponga a punto para la tarde

A partir de lo explicado en los párrafos superiores, podemos ya presuponer algunos de los consejos para una siesta, pero vamos a enumerarlos a continuación para que quede todo absolutamente explicado.

  • La duración de la siesta no debe superar en ningún caso los 30 minutos, salvo es casos muy excepcionales en los que la persona no haya podido dormir prácticamente nada en la noche previa.
  • La buena siesta tiene lugar en el sofá. Cerrar un poco los ojos en el salón te ayudará a relajar la mente, pero meterte en la cama confundirá a tu organismo, que cogerá hábitos nada buenos para una correcta higiene del sueño.
  • Después de comer es importante hidratarse bien, sobre todo en verano, así que antes de una siesta estival, bébete un vaso de agua fresca.
  • Alarma: solo como última opción. Despertarse de la siesta de forma natural es mucho más recomendable, pero si tienes que regresar al trabajo, no puedes dejar que tu mente se autorregule, porque es muy arriesgado. Nuestro consejo es que pongas la alarma a la media hora, y que solo te despierte si te has quedado dormido profundamente. De esta forma, no llegarás tarde a tu empleo. La alarma es, en este caso, un mecanismo de seguridad, ya que debes intentar despertarte sin sobresaltos.
  • Por último, la postura más apropiada es tumbado en el sofá, pero si no tienes el espacio necesario porque tu familia está viendo la tele, también puedes echarte la siesta sentado en el sillón, recostado sobre un cojín.
La siesta: cuánto es el tiempo perfecto
Imagen: Yogendra Singh en Unsplash

Esperamos que con estos sencillos cinco consejos comiences a echarte una siesta más saludable, que te permita lidiar con el estrés y que no sea contraproducente para tu organismo. La siesta no está sobrevalorada, lo que ocurre es que a veces no cumplimos con las recomendaciones de los expertos del sueño.

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