Todas las fechas mundiales son especiales, pero esta lo es aun con más motivo porque se trata de gritar a viva voz en contra de la discriminación, en contra de la falta de empatía, en contra de la gente que coarta la libertad de amar a aquella persona que quieres, en contra de la falta de cordura y en contra de la homofobia, que sigue tristemente presente en nuestra sociedad en pleno siglo XXI.

En el artículo de hoy en el blog de GranCasa vamos a hacer un breve repaso acerca de la evolución de la lucha contra los homófobos, que se originó en el pasado siglo XX, pero a la cual le queda todavía un largo camino por recorrer.

Si hubiera que situar un punto cronológico en el que comenzó todo, Stonewall podría ser la opción más razonable. Aunque hay otras fechas clave, vamos a explicar lo que sucedió a finales de la década de los 60. En concreto, debemos retrotraernos al 28 de junio de 1969, cuando la policía antidisturbios realizó una redada en Nueva York, en el bar Stonewall, frecuentado por la comunidad LGTBI.

La reacción del colectivo ante tal abominable acción hizo que el 28 de junio se fijara años más tarde como el Día del Orgullo. En los países occidentales aumentaron notablemente las manifestaciones y las reivindicaciones de derechos con el firme objetivo de poder contraer matrimonio con efectos civiles y de poder adoptar a niños y formar una familia. Hoy podemos enorgullecernos como sociedad de que ya es posible hacer realidad ambas cosas en un sinfín de países europeos. Todavía se puede avanzar en muchos frentes y algunas naciones deben de cambiar sus legislaciones, pero los avances se van concretando poco a poco.

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Todavía quedan muchos vestigios de intolerancia y falta de comprensión

La mayor prueba de ello es que tuvieron que pasar 32 años, hasta el 2001 para que un país avanzado como Países Bajos regulara el matrimonio entre personas del mismo sexo. Países como Canadá, Bélgica y España lo realizaron años después y, a día de hoy, ya son una treintena de naciones los que lo han aprobado en la Cámara Baja. Pero queda mucho por recorrer en el continente asiático, en donde solo se acepta el matrimonio homosexual en Taiwán. Es evidente pues que, como mencionábamos líneas arriba, queda mucho camino por recorrer.

Además de estos retrasos en tema normativo, también muchas personas siguen sin entender al movimiento, que se mueve básicamente por el amor y por unos sentimientos que, si bien ahora pueden mostrar abiertamente, han tenido que reprimirlos durante muchas décadas y esconderlo “dentro del armario”. Esta actitud hostil, en las versiones más radicales, se ha traducido en agresiones en todo tipo de ámbitos. En España es un delito muy grave porque conlleva la discriminación por la condición sexual, y nuestra Constitución propone luchar especialmente este tipo de ataques. Esto se tradujo en el artículo 510 del Código Penal, en el que se pena de forma dura este tipo de delitos calificados como delitos de odio.

Amnistía Internacional ha reportado un total de 3664 asesinatos de personas por motivos de discriminación secual entre 2008 y 2020, lo cual es una cifra realmente espeluznante. Estos crímenes se han cometido en Brasil, Colombia, Venezuela y otros países de Iberoamérica. Por otro lado, en Europa han sido protagonizados por los cenáculos de neonazis que todavía perduran en los bajos fondos de las grandes urbes.

Contra la homofobia, la única respuesta posible es responder con orgullo y de frente, alzando la voz por el colectivo LGTBI, que sigue necesitando símbolos y efemérides para que se les reconozcan los derechos que la historia les ha ido negando con actos deleznables.

Cómo se celebra el Día del Orgullo en nuestro país

El Día del Orgullo se celebra en España con marchas en las principales ciudades de nuestro país y desde el día 6 de julio de 2018 este día se denomina Día Nacional del Orgullo.

Podemos alardear de que en Madrid es donde tiene lugar la marcha del Orgullo más famosa y multitudinaria del continente europeo. La MADO ha llegado a congregar a más de un millón de asistentes y su desfile de carrozas circula desde la Glorieta de Atocha hasta la Plaza de Colón. También hay que destacar la marcha de Sevilla, de Barcelona, de Valencia o de Bilbao. Muchas decenas de miles de personas muestran abiertamente su apoyo, como una forma de contrarrestar toda la discriminación que sufren en su día a día.

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Deseamos que este año no sea solo una fecha más para celebrar el Orgullo, sino que sea la definitiva después de varios años en los que la pandemia, las mascarillas o las recomendaciones desaconsejaban las grandes aglomeraciones. En este 2023, tras la declaración oficial de la OMS del final de la pandemia, el Día del Orgullo debe ser inolvidable.