El otoño es una estación en la que la hojarasca amarillenta, anaranjada y rojiza conquista todos los rincones de los parques de nuestras ciudades y de los bosques de nuestra región. Además, en esta estación nos dedicamos a sacar el armario de ropa de invierno: los jerseys de lana, la bufanda, el gorro y el abrigo de plumas, porque nuestro cuerpo no está acostumbrado frío tras los meses de calor. Y, por supuesto, el otoño tiene un aroma a leña quemada, a chimenea y a sofá – manta en la casa del pueblo. Sin duda es un buen plan escaparse en esta estación a una villa cercana, a vivir en persona la tranquilidad de estos lugares, sus calles gélidas al amanecer, sus panaderías de masa madre, sus carnicerías con los productos de la última matacía y, por supuesto, los restaurantes en los que se utilizan los productos de la zona y en los que se cocina con las recetas de sus gentes. Te proponemos ahora 4 pueblos aragoneses en los que perderte en otoño, ya sea en compañía de tu familia, de tu pareja o de tus amigos. Muchas aventuras te están esperando.

• Uncastillo: nos vamos primero hasta las Cinco Villas, una comarca con mucha solera y varios pueblos interesantes. Sin embargo, hemos decidido detenernos en Uncastillo, que es una localidad que destaca por su conjunto monumental y por la amabilidad de sus gentes. Entre sus iglesias hay que remarcar las de San Martín, Santa María, San Juan, San Lorenzo y San Felices, que poseen una única nave. El castillo, ubicado sobre la Peña Aylón tienen unas vistas de alucinar y su Torre del Homenaje acoge un museo muy interesante. Las calles de la judería también son dignas de perderse en ellas y, hay que añadir el Centro de Arte Religioso del Pirineo, por su fabulosa colección de arte sacro. La casa consistorial, la Lonja, y sobre todo el centro arqueológico de los Bañales complementan la visita y convierten este pueblo en un must de la provincia de Zaragoza.

Imagen: Heraldo

• Ansó: ponemos rumbo ahora al corazón del Pirineo, al valle del río Veral, hasta un pueblo cuyo término limita con nuestro país vecino, Francia, y otra comunidad autónoma, Navarra. Las callejuelas de piedra de este pueblo del Pirineo occidental son de las más bonitas de todo Aragón. Su Torre Medieval, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los puntos clave para las visitas turísticas. También hay que remarcar la Ermita de la Virgen de Puyeta, la Iglesia de San Pedro y su riquísimo Museo Etnológico y de Arte Sacro. También podemos acudir al Museo del Traje Ansotano, tan característico, y la plaza central. Además, huelga decir que Ansó es un pueblo ubicado entre montañas y que es otra gran opción buscar un sendero sin mucha dificultad para realizar una ruta de trekking. Lo importante es consultar previamente la ruta, para evitar perderse, mirar bien la climatología ya que hay que evitar caminar en la montaña si se prevé tormenta, y utilizar un equipo que nos garantice un mínimo de seguridad. Por ejemplo, es importante que las botas de montaña estén en perfecto estado, llevar un poco de abrigo extra por si surgen imprevistos y abundante agua y comida para pasar un día fantástico en plena naturaleza.

Disfrutando del otoño en los pueblos de Teruel: nos vamos al Maestrazgo y a la comarca del Matarraña

• Valderrobres: ya quedan muy pocos aragoneses que no han oído hablar de Valderrobres, catalogado como uno de los Pueblos más bonitos de España y en el que se puede disfrutar de un fin de semana completo degustando el sabor medieval que recorre todas sus calles. Nada más llegar debemos tomarnos una foto en el Puente de Piedra que corona su entrada. Es uno de los puntos más bonitos de este pueblo turolense. Desde el Puente de Piedra, atravesando el Portal de San Roque hasta llegar a la Plaza del Castillo, donde se halla un incomparable tesoro: la Iglesia de Santa María la Mayor. Lo mejor de todo es que todo el recorrido hasta lo alto del pueblo se realiza entre calles preciosas.

Imagen: Heraldo

• Puertomingalvo: terminamos este recorrido otoñal por los pueblos de la comunidad autónoma de Aragón. En el espolón de roca que corona el pueblo se encuentra el Castillo de Puertomingalvo. Dentro de su torre del Homenaje se puede encontrar una exposición de objetos antiguos muy completa. Otro rincón que no puedes perderte es el denominado Hospital de los pobres, el Arco del Dao y el Portal Alto. Para terminar, hay que visitar la Iglesia de la Purificación y San Blas. Un pueblo no muy conocido que merece una visita, ya sea de un día, o quedándose a dormir en alguna casa rural de la zona.

Imagen: Heraldo