La Luna es nuestro satélite y ha generado gran fascinación entre los seres humanos desde los albores de la historia. Este astro nos acompaña en las noches de oscuridad, iluminando nuestro entorno, reflejando el sol y recordándonos que nuestra estrella nos seguirá alumbrando en el día de mañana, después del amanecer.

Si hay un día ideal para contemplar la Luna ese es el del perigeo, porque es en el momento en el que la Luna reina con mayor tamaño en nuestro firmamento. Este año el perigeo es hoy, el día 23 de marzo, y esta noche te recomendamos perder, aunque sea unos minutos en mirar al cielo nocturno y dejar la mente libre de preocupaciones.

Superluna es un concepto que desarrolló un astrónomo de nombre Richard Nolle a finales de los años 70. Esta fecha varia a lo largo de la estación de las flores y a veces acontece incluso un mes después, cerca del final del mes de abril. Para que este fenómeno concurra, deben coincidir el perigeo y una noche de Luna llena. Cuando contemplamos una Superluna, la Luna está en torno a 360000 kilómetros de distancia.

El gran enemigo de este fenómeno, al igual que de otros fenómenos astronómicos es la llamada contaminación lumínica. Cuando te encuentras situado en las proximidades de una ciudad grande, es muy frecuente que el reflejo de la iluminación urbana te impida disfrutar de la supermoon. Para evitar esto deberás alejarte unos 20 kilómetros, aunque lo ideal es estar realmente lejos, pero somos consciente de que no es fácil hacerlo y más en esta ocasión en la que este acontecimiento tiene lugar entre semana.

Gracias al perigeo, la Luna aumenta su tamaño desde nuestro punto de vista en más de un 10%. Esto es posible porque la órbita de la Luna alrededor de la Tierra traza una trayectoria elíptica. Por el mismo motivo, también tiene lugar el apogeo lunar en otra época del año, que sucede cuando el satélite está en el punto más alejado de nuestro planeta.

Durante el apogeo, además, la Luna se encuentra a 400.000 kilómetros de la Tierra, lo que hubiera supuesto una diferencia notable para las misiones espaciales Apolo. El programa Apolo llevó a 24 seres humanos a orbitar nuestro satélite y hasta 12 lograron pisar con éxito. Sigue leyendo para informarte acerca de aquellas misiones que supusieron un hito para la historia de la Humanidad.

Las misiones apolo y su relación con el perigeo y apogeo

John Filtzgerald Kennedy, el icónico presidente estadounidense previó que el ser humano sería capaz de pisar La Luna antes de que acabará la década de los 60. Todo un visionario, puso en marcha el programa espacial de Estados Unidos, que se concretó en el programa Mercury, en el programa Gemini y finalmente en el programa Apolo. Poco a poco, los americanos, que comenzaron la carrera espacial a la zaga de la Unión Soviética, tomaron la delantera.

Ya en 1968, los EE. UU. enviaron por primera vez a tres personas a la Luna, aunque el objetivo de la misión Apolo 8 era todavía el de orbitar el satélite sin alunizar. Los tres pilotos fueron Borman, Anders y Lovell. Lovell se convertiría años más tarde en una celebridad al comandar la malograda misión Apolo XIII, convirtiéndose así en uno de los tres humanos que ha viajado hasta en dos ocasiones a nuestro satélite.

Ya en 1969, en la misión Apolo X, Stafford, Young y Cernan, volvieron a orbitar el satélite, e incluso Cernan y Stafford se quedaron a tan solo 15 kilómetros de altitud sobre la superficie, en el módulo de alunizaje.

Por fin, el 21 de julio de 1969, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, con Michael Collins orbitando en el módulo de mando, pisaron la superficie selenita ante la atónita mirada de todo el planeta. A esta misión le siguieron otras tantas que alunizaron con éxito, como la Apolo 12, la 14, la 15, la 16 y la 17, esta última a finales del año 1972.

El Saturno V, el propulsor diseñado por Werner Von Braun que portaba la nave Apolo, se dividía en varias etapas. La tercera etapa colocaba el ingenio espacial en órbita elíptica, de tal manera que el apogeo de dicha etapa confluyera con la órbita Lunar, mientras que el perigeo pasaría mucho más cerca de la Tierra.

Los ingenieros y científicos estadounidenses se sirvieron de la mecánica orbital para ahorrar combustible y hacer viable un artilugio sobradamente adelantado a su tiempo. Como suele decirse, el presidente Kennedy cogió una década del siglo XXI y la colocó en los años 60 para hacer posible esta vertiginosa carrera espacial.

Esperamos que con este artículo hayáis podido rememorar las brillantes etapas de los comienzos de la exploración espacial y podáis disfrutar más del fenómeno del perigeo de la Luna de marzo.