Las disciplinas deportivas tienen sus reglas, sus adeptos, sus mitos y su razón de ser. En el artículo de hoy en el blog de GranCasa os vamos a explicar toda la historia de un deporte urbano, bastante reciente, conocido como Parkour.

El parkour, vocablo de origen francés, nació en las Galias en la década de los 80. La creación se le atribuye de forma natural a los Belle, en concreto a Raymond y David, padre e hijo. Ellos desarrollaron la idea y su grupo de amigos les secundó. Se bautizaron los Yamakasi, y su historia llegó al cine en el año 2001 en Los Yamakasi: los samuráis de los tiempos modernos. El guion, a cargo del afamado Luc Besson, es una garantía de entretenimiento.

Lo cierto es que, a pesar de que los asiduos a este deporte tratan de desmentirlo, estamos ante un deporte algo arriesgado y que provoca tanto sustos como accidentes, y por desgracia, algunas tragedias. El que practica parkour siempre quiere ir más allá, practicando acrobacias o completando saltos más complicados, hasta que un día comete un error…

Las normas consisten en moverse basándose exclusivamente en la capacidad motriz del ser humano, buscando siempre la máxima eficiencia energética. De esta forma, se tiene que adaptar al medio y moverse de forma grácil. Es también un icono de la libertad y de la irreverencia frente al sistema. Aunque no se circunscribe solo a espacios urbanos, es en este escenario en el que han conseguido un mayor número de practicantes.

Los hombres que practican parkour se denominan traceur, y las féminas son conocidas como traceuse. La traducción al castellano nos llevaría a conocerlos como trazador y trazadora, respectivamente.

Lo cierto es que con el cambio de siglo consiguieron una gran repercusión gracias al advenimiento de internet y a frecuente contenido audiovisual en forma de documentales o vídeos en redes sociales.

Hoy el parkour es una disciplina no olímpica que ha alcanzado repercusión mundial, y que cuenta con alrededor de un centenar de miles de personas que lo practica de forma usual por todo el planeta. La ciudad emblema del deporte parkour es Lisses, que es el municipio de donde es oriunda la familia Belle que mencionábamos al principio del artículo.

¿Y tú, te animas a practicar este deporte, o al menos a intentarlo? Es arriesgado si lo haces en lugares no habilitados, pero en Zaragoza ya hay disponible un espacio para poder practicarlo con unas mayores garantías. Sigue leyendo si deseas saber más…

Pista de parkour en el barrio del Actur de Zaragoza. Un nuevo deporte llega a la ciudad.

Los vecinos del barrio exigían un lugar en el que el hormigón y las barras de metal permitieran a los traceurs y a las traceuse disfrutar del parkour en un espacio creado a tal efecto. Pues en 2021, la concejal de deportes del consistorio Zaragoza, Cristina García, inauguró esta instalación deportiva que los jóvenes venían reclamando.

La asociación Parkour Zaragoza Movement ha realizado ya varias exhibiciones de esta disciplina deportiva y esto es un paso más en la modernización de la ciudad. Se apuesta por el deporte y la vida saludable y esta pista está a tan solo 10 minutos del centro comercial GranCasa.

Este ocio es una buena forma de practicar deporte, y en este lugar se puede hacer minimizando el riesgo. Aun así, tienes que practicarlo en compañía de alguien experimentado en la disciplina, que te enseñará a rodar, a caer y a protegerte cuando el movimiento no sale como tú esperabas.

La asociación Parkour Zaragoza Movement cuenta con varios perfiles de redes sociales y sus perfiles cuentan con cierto engagement y centenares de seguidores. Nació hace ya más de 10 años y el ayuntamiento ha escuchado sus reivindicaciones y les ha proporcionado un patio de recreo en el Actur, muy cerca del parque del Agua, para que puedan desarrollar su arte entre los muros de hormigón, con saltos acrobáticos que quitan el hipo.

Realizan talleres de forma periódica y enseñan movimientos a adolescentes e incluso a niños de edad avanzada. En el futuro, la asociación seguirá creciendo porque el número de aficionados al Parkour no deja de crecer.

Para practicarlo se necesita llevar prendas cómodas y de tejido elástico, que permitan una libertad de movimientos casi total. Las zapatillas son un aspecto clave y deben atesorar ya un cierto uso, para no provocarnos rozaduras, e incorporar una suela con agarre, que ahuyente los temidos resbalones. Además, es recomendable llevar frutos secos y agua para mantenerse constantemente hidratado. El parkour es un deporte muy exigente y se queman muchas calorías. Reponlas para poder aprovechar bien el día en la pista de parkour.

Luego podéis acudir a GranCasa a cenar en el foodhall. Os merecéis una suculenta hamburguesa para ponerle el broche de oro a la jornada.