Teruel: 4 destinos ideales para verano

Teruel es una provincia con interesantes ofertas de turismo para todo tipo de públicos. Desde familias con niños a parejas románticas, incluyendo jóvenes aventureros o jubilados. Esta región de España destaca por su enorme riqueza cultural, patrimonial y natural. Y, aunque está en evidente involución en términos poblacionales, lo cual podría considerarse un aspecto negativo, es un destino muy atractivo para aquellos que buscan lugares tranquilos y sosegados para sus próximas vacaciones.
Teruel tiene un montón de destinos preciosos
En el artículo de hoy vamos a analizar cuatro ofertas turísticas muy variadas que ofrece la provincia de Teruel. Desde la impresionante villa de Calaceite, hasta los majestuosos puertos de Beceite y sus opciones de deporte de aventura. Pasando por territorio Dinópolis, que convence tanto a grandes como a pequeños con sus rugidos de T-rex y el interesantísimo museo minero de Escucha, para aquellos que quieren sentir en sus propias carnes cómo se trabaja en el corazón de la montaña.
- Calaceite: es un pintoresco pueblo del este de la Comunidad Autónoma de Aragón que destaca por su arquitectura tradicional, que siguen manteniendo intacta a través de ordenanzas municipales que impiden la construcción de edificios y casas que no mantengan la armonía visual y constructiva de la villa, especialmente en las calles del casco histórico. Este enclave, que pertenece a la reducida lista de los Pueblos más bonitos de España, es de obligada visita para todos los que se acerquen por la zona del Maestrazgo. Hay que destacar el Restaurante El Convent, con un menú degustación de alta cocina ideal para los amantes de la gastronomía. También ofrece alojamiento de lujo y un tranquilo jardín en el que tomar un refresco en el que disfrutaremos de unos lagos centrales poblados por unas simpáticas tortugas que sacarán la sonrisa de los más pequeños.
- Puertos de Beceite: este rincón de Aragón es un espacio ideal para las actividades senderistas e incluso alguna pequeña escalada, como en la ascensión final a La Caixa. En sus parajes de pinos, enebros y boj retumba el característico sonido de la chicharra, que aumenta en las tardes de calor asfixiante. La sombra de sus bosques, su altitud moderada y una menor afluencia que en otras rutas senderistas como las del Pirineo, mucho más concurridas, lo convierten en un parque natural muy atractivo para los turistas, tanto de Aragón como del resto de España. En internet podemos encontrar muchísimas páginas con información sobre rutas y senderos. Además, se recomienda visitar el embalse de Pena. Un maravilloso secreto montañoso situado en el comienzo de la cuenca del Matarraña que muchos ya denominan la Toscana española.

- Territorio Dinópolis: los dinosaurios pertenecen desde hace muchos años al imaginario colectivo. Quizás los libros de aventuras, la visión de Verne acerca del mundo fascinante que se extendía bajo nuestros pies o la franquicia de cine Jurassic Park han conseguido lo que pretendían: que añoremos aquellos tiempos pretéritos en los que los dinosaurios campaban a sus anchas por el planeta Tierra. Sea como fuere, tanto los adultos como los niños siguen fascinados por estas prehistóricas criaturas, casi mitológicas, su modo de vida, su alimentación, inmenso tamaño y fiereza. En el parque temático Dinópolis podemos disfrutar de estos fascinantes seres de apariencia reptil y agilidad aviar. Pero tranquilos, que es una visita cien por cien segura, esto no es como la isla de Nublar y no hay ejemplares vivos, todavía… Fósiles, réplicas de gran formato, audiovisuales os esperan en este museo de paleontología que no defrauda a nadie
- Museo minero de Escucha: el ser humano ha necesitado carbón para alimentar la revolución industrial que transformó para siempre la especie del Homo sapiens en el siglo XIX. La máquina de vapor que nutrió de energía a la Humanidad necesitaba ingentes cantidades de combustible. Y los hombres se adentraron en el subsuelo con la firme intención de extraer este preciado mineral en cantidades industriales. El ingenio humano y la pericia fueron fundamentales para conseguir todo el carbón necesario, no sin riesgo y no sin víctimas mortales. Solo los más fuertes y más valientes aguantaban en este duro trabajo realizado en las condiciones peores imaginables: oscuridad, calor, humedad, peligro de derrumbe, desgaste físico, enormes pesos que transportar, escapes de gas grisú y la temida silicosis, que diezmó las hordas de mineros que trabajaban en las galerías de lignito, antracita y hulla. En este museo es posible experimentar durante unas horas las sensaciones de los mineros del carbón para conocer de primera mano uno de los trabajos más duros del mundo.
La provincia de Teruel atesora muchas sorpresas para el visitante y una marcada dedicación hacia el turista, que siempre es bien recibido y agasajado por los lugareños. Además de las opciones arriba señaladas, hay en Teruel muchos más enclaves que hay que visitar de forma imperativa: la capital de la provincia con su Torico, el mágico Albarracín, las pistas de esquí de Valdelinares y Javalambre cuando llegan los meses de invierno, el Valderrobres medieval con su imponente castillo… Todo un Teruel por descubrir.
