Estamos a pocos días de San Valero y como es tradición no puede faltar un roscón en tu mesa. ¿Conoces el dicho: “San Valero, rosconero y ventolero”? Lo que a lo mejor no sabes es el porqué. Rosconero por asociar el día con este dulce y ventolero, porque el cierzo, tan presente y tradicional en nuestra ciudad, suele hacer acto de presencia, casi siempre, por estas fechas.

La tradición de asociar el roscón con el patrón de Zaragoza es muy antigua, se cree que, de la Edad Media, cuando los nobles de cada localidad ofrecían en los días festivos lo que, entonces, denominaban las migajas a sus súbditos. Con los años pasó a ser el roscón dulce el que entregaban. En el año 1800 ya había tres establecimientos en la capital aragonesa que elaboraban el Roscón de San Valero.

Antes los roscones se vendían principalmente en la puerta de las iglesias, ahora es más común que se venda en pastelerías y panaderías. Deberías saber, si no lo sabes ya que, Zaragoza es la ciudad más rosconera de España. Y ¿por qué? No solo es tradición comer roscón para el Día de Reyes y San Valero, aquí se come también San Blas, Santa Águeda y San Antón.

Pero, solo hay una ocasión en la que se reparte en la Plaza del Pilar y es para San Valero. El Ayuntamiento junto con El Periódico de Aragón lo hacen desde hace 30 años y con el roscón reparten un vaso de chocolate caliente, para que los zaragozanos lleven mejor el frío de esa mañana.

El primero que repartieron en la Plaza del Pilar medía 800 metros y pesaba alrededor de 400 kilos. Aun así, no llegó a ser Record Guinnes porque el jurado dijo que se había construido en trozos. A día de hoy, se dan unas 8.000 raciones, lo que supone 400 metros de roscón.

Solo el Día de San Valero se estima que se venden entre 150.000 y 175.000 roscones, solo en Zaragoza. Y por esta gran tradición, te traemos la receta para que puedas hacerlo tú mismo en casa. ¡Te quedará para chuparte los dedos!

Ingredientes para 4 personas

1200 gramos de harina de fuerza, 200 gramos de azúcar, 50 gramos de levadura panadera, 250 gramos de mantequilla, 50 mililitros de vino blanco, 50 mililitros de anís dulce, 50 gramos de ralladura de naranja, 5 huevos, 60 mililitros de agua de azahar y una pizca de sal para amasar el agua que admita. Para decorar: frutas confitadas, crema pastelera y azúcar. Para rellenar: nata montada.

Preparación

Mezcla todos los ingredientes líquidos con la levadura y la ralladura de naranja y añade la harina con agua. Mueve enérgicamente y pon la masa sobre la mesa de trabajo, en la que previamente habrás puesto un poco de aceite para evitar que se nos pegue. Comienza a amasar con las manos aceitadas, hasta que consigas una masa elástica.

Apíñala en una bola, y ahora déjala reposar hasta que doble su volumen. Una vez lo haya hecho, vuelve a trabajar la masa hasta en 5 ocasiones. En cada una de las veces tienes que amasar y dejar que repose.

Cuando tengas el volumen adecuado divide la masa en dos y dales forma de bola, de nuevo. Déjalas reposar unos 5 minutos.

A continuación, comienza a darles la forma de roscón. Introduce los dedos en el centro y ve agrandando el agujero. Si la masa tiende a encogerse, déjala reposar 10 minutos más y la manejarás mejor. Una vez le hayas dado la forma, colócala sobre una bandeja en la que habrá puesto previamente papel de hornear.

Antes de hornear hay que dejar reposar para que vuelvan a doblar su volumen, pero tranquila esta vez es más rápido, unas dos horas. Cuando esté pinta con huevo batido, muy suavemente sin pinchar el roscón y adorna con azúcar humedecido con unas gotas de agua y las frutas confitadas.

Por último, precalienta el horno a 200º, con calor arriba y abajo. Ahora hornea entre 15 y 18 minutos y baja la temperatura a 180º para los últimos 10 minutos. Una vez cocinado, déjalo enfriar para después rellenar al gusto. Ya sea con nata, crema o trufa, cómo prefieras.

Ahora ya puedes decir que eres experto en roscones. Ya ves lo sencilla que es la preparación. Los ingredientes los puedes conseguir en el Hipercor de GranCasa. Solo te queda disfrutar de tu roscón casero y ¡Feliz San Valero!