Una mirada a las estrellas desde Aragón

El firmamento estelar está siempre presente durante la noche, y los días que no hay presencia de nubes se puede disfrutar de las constelaciones y de los misterios que contiene. Sin embargo, cuando vivimos en una ciudad, la contaminación lumínica nos impide disfrutar de la belleza de la cúpula celeste. Zaragoza es una ciudad con los cielos limpios de polución debido al cierzo. Pero sufre de contaminación lumínica como todas las grandes urbes de España.

En el artículo de hoy os vamos a explicar cuatro lugares cercanos a Zaragoza en los que disfrutar de las estrellas y qué podemos esperar de nuestra aventura astronómica.

Los Monegros: en esta comarca se celebraron en su día eventos de Alerta Ovni a cargo de Ángel Briongos por su reseñable visibilidad y la altitud contenida del lugar. También es un buen sitio para presenciar lluvias de estrellas o meteoros: – ¿De dónde surgen aquellas luminarias? Dijeron algunos de los presentes que acudieron a ver las Lágrimas de San Lorenzo… Sin duda, todo un espectáculo visual que hay que aprovechar.

Cerca de Monegrillo, hay abundantes explanadas con caminos secundarios en los que hacer una parada para ver el firmamento sin tanta luz residual. Sobre todo, si nos orientamos mirando hacia el norte.

El refugio de L´Artica. Este refugio libre, situado cerca de Luesia, es un excelente lugar para pasar una noche bajo el cielo estrellado. No hay nada como cocinar unas buenas migas con chorizo, aceite abundante y setas para coger la energía necesaria. En su interior se esconde una chimenea en la que se puede preparar una buena hoguera que nos mantendrá calientes. En la parte trasera se encuentra el amor, con un bonito corazón dibujado en la pared (no es de color rojo como debería, porque tiene el color de la piedra natural con la que ha sido construida esta casita de montaña).

Justo delante del refugio hay un claro en el bosque en el que se puede colocar un telescopio con el que se pueden apreciar los cúmulos estelares e incluso otras galaxias como Andrómeda con total tranquilidad. Si os lleváis a los perritos podréis soltarnos para que disfruten de la libertad. Eso sí, será mejor que sean tranquilos si queréis pernoctar en paz dentro del refugio.

Una mirada a las estrellas desde Aragón

Camino Cabañera de Peñaflor: en la zona por la que pasará la futura autopista autonómica de la Z-50, hay muchas colinas en las que se puede contemplar con la tranquilidad que más se busca, la inmensidad del firmamento y del manto estelar. En cambio, en otras zonas de aquí de Zaragoza hay un montón de coches, camiones, en otras palabras, un montón de gente. Eso nos hace calificar este rincón como un lugar mucho más tranquilo.

Por último, en el Santuario de la Virgen de Magallón de Leciñena, que está en un promontorio, es un enclave en el que las asociaciones de astrónomos suelen convocar a sus miembros para realizar observaciones. Se accede muy bien en vehículo y tiene una cómoda plazoleta en la que colocar los equipos. Allí también se respira calma y está lo suficientemente alejado de la capital de la Comunidad Autónoma como para eludir la contaminación lumínica.

 

Un poco de información sobre las estrellas y otras formaciones

Para disfrutar realmente de las estrellas hay que saber bien qué estamos mirando y a qué debemos prestarle atención.

En primer lugar, un punto muy interesante son los planetas. Son visibles tanto Marte, como el sistema joviano de Júpiter, hasta donde llegó la Discovery en la película Una odisea en el espacio de Stanley Kubrick capitaneada por Frank Poole y Dave Bowman. Además, al alba, Venus brilla potente en el cielo del amanecer.

Por otro lado, la galaxia de Andrómeda, con una forma en espiral muy similar a la de nuestra Vía Láctea, resulta muy interesante. Es fácil de encontrar con una app de rastreo de estrellas o con una carta estelar.

Una mirada a las estrellas desde Aragón

Impresionante también es el Cúmulo estelar de las Pléyades, en el que se puede observar como siete estrellas se atraen entre sí hacia un punto concéntrico. Se las conoce también como las Siete hermanas al ser un cúmulo estelar abierto que dista 444,2 años luz de nuestro planeta Tierra.

Y, por supuesto, si nos acercamos en el mes de noviembre, podremos disfrutar de la lluvia de estrellas de las Leónidas. Hará ya como 25 años que se produjo una de las lluvias más potentes que se recuerdan y que fue fotografiada ampliamente por el aragonés Santiago Hernández de Andrés. Quizás dentro de poco volvamos a tener una de esas veladas de noviembre repleta de actividad.

Como vemos, el firmamento nos depara muchas gratas sorpresas. Desde Júpiter con sus cuatro satélites principales, a otras galaxias, pasando por cúmulos estelares abiertos o estrellas fugaces. Ha llegado el momento de interesarse por la astronomía.

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